
Proveniente del género de las equisetáceas, su nombre latino es Equisetum giganteum L, por “equus” caballo y “setum” cerdas. Comprende unas treinta especies distribuidas por el planeta. También se le conoce con los nombres vulgares: hierba del platero (Chile), chicote de fraile (Argentina), cavalinho gigante, rabo de cavalo, cauda de cavalo (Brasil).
Se trata de una planta vivaz que mide entre uno y 5 metros de altura, con tallos de 2 a 4 cm. De diámetro. Con rizomas alargados, áspera al tacto por la presencia de sílice en su epidermis, está cubierta de pliegues y estrías, dispuestas de manera alterna en entrenudos sucesivos. Tallo hueco, erecto, monopodial, con numerosas ramas que parten de sus nudos. Los tallaos fértiles tienen en el ápice espigas con gran cantidad de esporas. Posee hojas muy pequeñas, de aspecto escamoso, fotosintéticas sólo al principio, luego se secan, están dispuestas en los nudos, con bases que están soldadas formando un anillo o corona (ocrea).
Origen y distribución
Hierba propia de ambientes palustres, bordes de arroyos y lugares muy húmedos. Es originaria de América del Sur, creciendo también en los lugares húmedos de Europa, Asia, África y América del Norte, en suelos arcillosos, no muy apartada del agua, en las orillas de ríos y arroyos, campos encharcados y en los alrededores de pastizales.
Consideraciones importantes sobre su composición química
Los expertos aconsejan evitar el consumo de extractos de la planta durante más de 6 semanas, salvo bajo control profesional, o fuera de las dosis indicadas ya que puede irritar el tracto digestivo y el urinario.
Tampoco hay que tomarla si la mujer está embarazada o en lactancia ya que los principios activos de esta planta pueden traspasarse al feto o recién nacido.
No se recomienda su consumo junto con alcohol ni con fármacos, tampoco en caso de que la persona sufra de dolencias cardíacas o renales graves, gastritis o úlcera gastroduodenal.
Se insiste en que su uso debe ser bastante moderado pues se trata de una hierba medicinal bastante potente, además algunas especies de equisetáceas han citado citadas como causantes de producir intoxicaciones en el ganado debido a su alto contenido de sílice.
Actualmente se señala, entre otros aun alcaloide, equisetina. También se ha comprobado la presencia de tiaminasa, una enzima que destruye la tiamina, también llamada vitamina B1 y aneurina.
Aunque existen varias especies afines de equiseto cómo el E., Hiemale, E. Maxmum, E. Debile, con propiedades similares, se recomienda utilizar solamente el E. Arvense: la “cola de caballo” genuina, cuyos efectos y eficacias han sido estudiados y comprobados fehacientemente.
Antecedentes históricos de su utilización
Es una de las plantas silvestres más primitiva que se conocen: hace cientos de millones de años, cuando los dinosaurios reinaban en el planeta, este vegetal logró alcanzar tamaños enormes y formaba bosques.
Ya en la antigua Grecia se conocía su capacidad de sanar y cicatrizar las heridas, de hecho, Galeno, uno de los padres de la medicina, la empleaba hervida para curar los tendones doloridos.
Sus tallos estériles se recolectan frecuentemente en verano, se dejan secar a la sombra, en manojos colgados y se descartan las partes descoloridas. Se suelen conservar en bolsitas que exhalan un aroma similar a la manzanilla. Con los tallos desecados y triturados se elaboran desde infusiones, decocciones, jugo fresco, jarabes, extractos fluidos y en polvo, tintura y cápsulas, hasta cremas, lociones, lavativas y nebulizaciones.
Propiedades
La acción más notable de la “cola de caballo” es la diurética, debido a su riqueza en sales de potasio, flavonoides y sapónidos, aumentando el fluido urinario.
Demás posee alcaloides, entre ellos la nicotina, que en este caso ejerce comprobados efectos protectores y curativos. Por ello se la recomiendo para remediar la retención de líquidos general o localizada, como para otros problemas genitourinarios: cálculos renales, infecciones urinarias, cistitis, uretritis, inflamaciones de la vejiga o próstata.
Por sus cualidades diuréticas, al eliminar el exceso de líquidos, supone una pérdida sustancial de peso al comienzo de los regímenes para adelgazar, ayuda a eliminar las toxinas, recuperando el equilibrio corporal y contribuyendo en la eliminación del sobrepeso.
Además, contribuye a aumentar el crecimiento, mejorar el aspecto y corregir la debilidad de las uñas, manteniéndolas firmes, y también del cabello, evitando que aparezcan canas, debido a su contenido de sílice, un componente clave del tejido conjuntivo que forma estas partes del cuerpo.
Esta hierba es útil para curar las lesiones y hemorragias. Su capacidad astringente, de encoger o contraer los tejidos, debida a sus taninos, la hace adecuada para cicatrizar y cerrar las heridas sangrantes, frenar las hemorragias nasales y cura las úlceras cutáneas. Además es útil en diarreas, inflamaciones y enuresis.
Asimismo tiene capacidad para reforzar los huesos y articulaciones La salud y recuperación de os huesos y tejidos cartilaginosos como son los tendones, cartílagos y fibras de colágeno, dependen de un buen aporte de sílice, por lo que puede ayudar a prevenir la pérdida de masa ósea, curar fracturas y lesiones anticuares en combinación con los minerales necesarios y tratamientos prescritos por el médico.
Al actuar positivamente sobre la flexibilidad de los tendones y las paredes vasculares, también es un buen reconstituyente para los deportistas que someten sus ligamentos a duras pruebas, como los tenistas, ciclistas, corredores.
Por otra parte esta planta es un cosmético natural que actúa “dentro” del organismo, beneficiando a la epidermis por 2 caminos:
- Su silicio ayuda a mantener y recuperar la salud del tejido conjuntivo que forma la piel.
- Ejerce una acción desintoxicante y limpiadora de las vías urinarias, ayudando a depurar la sangre y, en consecuencia, a evitar la llegada de toxinas que a enferman.
Por esas propiedades, ayuda a combatir los hongos, eccemas y herpes, frena el envejecimiento cutáneo, contribuye a prevenir e incluso atenuar las estrías ya que regenera los tejidos dañados por las variaciones de peso, la celulitis, el embarazo y los desequilibrios hormonales.
Esta planta es un gran remineralizante, muy útil para reponerse de la fatiga, lesiones, convalecencias o de un mayor esfuerzo físico. Buena parte de sus propiedades medicinales se deben a su riqueza en silicio o sílice. La planta contiene un alto porcentaje de distintas formas de esta sustancia, como el silicato, un mineral que está presente en muy poca cantidad en el cuerpo humano, pero que resulta vista porque fortalece la regeneración de los tejidos.
El silicio forma parte de casi todas as partes del cuerpo, desde el cerebro, los huesos, cartílagos y tendones, hasta los pulmones, los músculos, la piel, los cabellos, las uñas y tejidos conjuntivos.
Su presencia normal en el organismo garantiza la salud y reparación de los tejidos; su deficiencia ha sido relacionada con alteraciones en los dientes y huesos, y una baja de resistencia física.
La cola de caballo también contiene potasio, una de las sales minerales que más recomiendan los médicos en forma de suplemento dietético para compensar la eliminación de esta sustancia debida a la mayor pérdida de líquido por el aumento de orina, sudorización o diarreas y vómitos. El potasio no sólo es esencial para la salud de los músculos, sino que además ayuda a prevenir la hipertensión arterial.
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